El 24 de noviembre del año 1927 nace en Miches el gran trompetista, arreglista y director de orquesta Héctor Augusto
de León Morel, mejor conocido como Héctor de León, alias “Cabeza”, fruto de la
unión de Ángel María de León y Luz Minda Morel, quienes se radicaron en la
cuidad Capital cuando Héctor apenas era un niño de algunos 8 o 9 años de edad.
Su inclinación por la música le
viene por parte de su padre, quien era músico y le inculcó esa vocación a él y
sus otros 7 hermanos, de hecho, fue él quien les dio sus primeras lecciones de
música a sus hijos; su madre también era músico, tocaba el piano.
Sus inicios se remontan al año
1944, cuando fue primer trompeta de la Banda del Distrito, en el año 1946 fue
músico fundador de la orquesta Angelita de la Voz del Yuna, en 1949 viaja a
Venezuela donde duró 3 años, allí duró un año tocando para la orquesta de
Rafael Minaya, luego pasó a formar parte de la afamada orquesta de Aldemaro
Romero, regresó al país en el año 1952, con todo un mundo de jazz en su cabeza
y cargado de una gran cantidad de discos de ese género, los cuales compartió
con sus colegas músicos, para introducirlos en ese mundo musical, al año de
haber llegado aquí recibió una oferta para tocar con la orquesta de Machito en
NY, durando allí 4 años, de regreso al país, lo contratan en la Voz Dominicana
para dirigir la orquesta del maestro Cerón, siendo esta su primera experiencia
en la dirección orquestal, en el año 1960 vuelve a Venezuela contratado para tocar
con la orquesta de Luis Alfonso Larraín, en 1962, regresa a RD contratado por
el maestro cubano Agustín Mercier para tocar en el hotel Jaragua, luego forma
su orquesta Santo Domingo, en 1965 pasa a ser 1er. trompeta de la Orquesta
Sinfónica Nacional, en 1967 parte otra vez para NY y llegando ese mismo día se
une a la orquesta del maestro Tito Puente, con él viajó a Japón, Hawái,
Filipinas, Hong Kong, entre otros países.
Cansado de tanto ajetreo en esa
orquesta, renuncia para formar la suya, con su orquesta le grabó 4 discos de larga
duración a la cantante La Lupe, en uno de ellos le dieron a La Lupe un Disco de
Oro por “La Gran Tirana” y a él lo reconocieron como el arreglista del año en
NY. Le grabó un disco de larga duración a Raúl Marrero, le hizo arreglos a dos
discos de larga duración completos a Ismael y sus Cachimbos, en la producción
de Cortijo y su Combo, hizo el arreglo de la producción “Con to’ los hierros”,
también le hizo arreglos al famoso director de orquesta español Xavier Cugat, a
Tito Rodríguez, a quien le dirigió su orquesta en Puerto Rico para la
televisión dos años antes de que este muriera, le arregló a Johnny el Bravo,
César Concepción un músico muy famoso en PR.
Héctor también tocó con la
agrupación de Louie Ramírez, Pete Bonet, Jimmy Sabater, Sonny Bravo. En el país
estuvo con el maestro Rafael Solano por mucho tiempo, acompañó a Francis
Santana, Joseito Mateo, Alberto Beltrán, entre otros y casi no hubo artista
dominicano a quien no le hiciera por lo menos un arreglo musical.
Sin lugar a dudas, fue un gran
ejecutor de la trompeta, considerado uno de los mejores que ha tenido américa
latina; como arreglista, como hemos visto, era uno de los preferidos por los
grandes de los ritmos latinos y como director de orquesta, también vimos que
fue uno de los grandes.
Con todo esto, podemos decir que
nuestro Héctor de León ha sido uno de los músicos más inmensos que ha dado
nuestra República Dominicana y para comprobar un poco más lo que decimos vamos
a copiar del maestro Rafael Solano, una anécdota que cuenta en uno de sus
libros, “Letra y Música”: “Una de estas composiciones fue
utilizada como tema en los cambios de programas en el canal oficial, por lo que
se escuchaba muchas veces durante el día. En cuanto a la misma, recuerdo que a
raíz de la visita al país del director de orquesta Count Basie, fuimos
invitados a una reunión con ese distinguido músico en la casa del ingeniero
Leopoldo Espaillat. La ocasión fue propicia para que Basie, una leyenda del
jazz norteamericano, escuchara el tema de Héctor. Su interés fue tal, que citó
a de León a Nueva York, con el objeto de incluir su música en una nueva
grabación a realizarse. Héctor, conocido por su agudo sentido del humor, y ya
con más de dos tragos en la cabeza, le respondió con su penetrante y high treble voz: "No te apures
chivito, que yo voy para allá a civilizarte. Hubo una gran explosión de
risas en el grupo, exceptuando a Basie, quien sin comprender el idioma,
preguntaba: "What's so funny". Finalmente, cuando escuchó la traducción,
la explosión en risas fue suya.”
“Pero, con todo y el chiste,
Héctor de León ¡descuidado!, nunca asistió a la cita: ¡Grave error!”
La canción en cuestión, a la que
hace referencia el maestro Solano, es precisamente este tema que compartimos
con ustedes, en donde podrán distinguir una pieza hermosa de jazz puro, con la
única variante, la cual le da un sabor criollo: la tambora y la güira, con la
que el gran Héctor de León la convirtió en merengue. Esta pieza se titula “El
Mecenas Dominicano”.